Los Ocho Hermanos

Los ocho hermanos viven en la misma casa, uno de ellos es inteligente y otro es algo más tonto.
Cinco de ellos hacen un negocio delante de la casa, y el último observa atentamente todo.

¿Quién son los ocho hermanos?

En realidad, loso cho hermanos viven en la misma casa.

¿Les parece extraño verdad? Vivir en la misma casa, significa que viven todos juntos.

¿Usted puede adivinar que significa esta casa?

¡Si! ¡Eso es! ¡Es su cuerpo!

Los hermanos; podríamos llamar las hermanas, son las diferentes partes que podemos llamarlas ocho conciencias. Las ocho conciencias trabajan de una manera, que nunca jamás uno sospecharía o se daría cuenta.

El conjunto del funcionamiento de estas ocho conciencias lo llamamos: espíritu.

Cada uno de nosotros depende de estas ocho conciencias para poder vivir una vida normal, el espíritu normalmente se puede dividir en ocho partes, los ocho hermanos son ocho formas de conciencias y siempre están trabajando juntas, unidas, como un grupo de bailarines de danza muy experimentados y cada uno lleva muy bien su función.

Los ocho hermanos viven en la misma casa, uno de ellos es inteligente y otro es algo más tonto.

Cinco de ellos hacen un negocio delante de la casa, y el último observa atentamente todo.

Los cinco primeros hermanos hacen negocio delante de la casa, ellos son: La conciencia del ojo, la conciencia de la oreja, la conciencia de la nariz, la conciencia de la lengua, la conciencia del cuerpo.

Ellos forman nuestros sentidos: La vista, el oído, el olfato, el gusto y el tacto, que interactúan entre ellos y con el mundo exterior, cuando estamos despiertos ellos nos pasan la información del mundo exterior sin cesar, como las abejas obreras.

Los últimos dos de los ocho hermanos, gestionan atrás de toda esta escena y generalmente lo ignoramos completamente.

El primero de ellos, es el séptimo hermano, lo llamamos Manas, o la séptima conciencia, él es muy rápido, sensible, es como un mayordomo muy competente y es el responsable de toda la casa, y toma la decisión siempre que es necesario, pero él es invisible.

El otro hermano inasible, es el octavo, también lo llamamos, la esencia de Buda, su nombre oficial se llama: Tathagatagarbha (intenta pronunciar esta palabra), también lo llamamos la octava conciencia o la conciencia fundamental. El octavo hermano parece lento y parece que no reacciona, pero su importancia es primordial. Hablaremos de él dentro de un momento.

El que puede entender, el que puede analizar, de todas las informaciones que proponen por estos cinco hermanos, este es el sexto hermano, es la conciencia mental, ésta es la que observa de manera detallada y considera todo lo que hacen los cinco primeros hermanos. Es como un gerente muy exigente. Como si fuera una madre que no para de repetir las cosas.

Manas (el séptimo hermano) toma la decisión final a propósito de todo lo que hacemos. El no conoce la existencia del octava hermano, Manas también cree que él es el verdadero Yo.

Día a día la conciencia mental, nos dice que ella es nuestro verdadero yo supremo, pero si realmente ella tiene el control. ¿Por qué no dejamos de sufrir cuando tenemos nacimiento, enfermedad, envejecimiento y muerte una y otra vez, vida tras vida, y siempre pasan las mismas cosas?

Sin embargo, el único hermano que vive eternamente para siempre y nunca está afectado por el envejecimiento, la muerte o cualquier sufrimiento es el octavo hermano, la esencia de Buda. Tathagatagarbha. Como el aire que respiramos, la esencia de Buda no tiene una forma, y es invisible, sin embargo, es el corazón que existe realmente.

La esencia de Buda nos permite crear un nuevo cuerpo, ya sea animal, humano, Dioses celestiales u otra forma según los méritos que corresponden a lo que hicimos en nuestra vida pasada. Pero no solamente a los seres humanos les sucede esto, sino también todos los demás seres sensibles (los animales, los pájaros, los insectos, etc). Además, todos los tipos de objetos físicos (las galaxias, los planetas, las montañas, los ríos, etc.), también son el producto colectivo de la esencia de Buda de todos los seres humanos, que comparten el mismo karma (karma colectivo). La esencia de Buda es efectivamente el mago más extraordinario que puede existir. Pero él es invisible, él es nuestro verdadero yo.

Mientras que manas no es el verdadero yo de cada uno. Pero hace una cosa muy importante.

Cuando el cuerpo de una persona ya no es más util, él va a decidir irse a otro cuerpo.

El Manas cree que la esencia de Buda es parte de él.

Entonces va a llevarla con él y así pasar diferentes vidas en diferentes cuerpos.

Mientras que estemos vivos la conciencia de Buda guarda todo lo que hacemos en cada vida, es como una caja negra del avión que registra todas las comunicaciones, él aplica, la ley de causa y efecto.

La esencia de Buda nos permite crear un nuevo cuerpo, ya sea animal, humano, Dioses celestials u otra forma según los méritos que corresponden a lo que hicimos en nuestra vida pasada.

A esto lo llamamos la Ley del Karma, y se aplica sobre nuestra persona.

Mientras Manas arrastra la esencia de Buda con él en innumerables reencarnaciones;

los cinco primeros hermanos (las conciencias y los sentidos) no son capaces de seguirlos.

Todos sabemos que los muertos, ya no tienen sensación ni percepciones, eso significa que nuestra conciencia mental, el sexto hermano, se acaba con la muerte y nunca puede seguir a la próxima vida.

La conciencia mental es inconstante, puede amar y odiar la misma cosa en unos pocos segundos de diferencia. se aburre fácilmente y le gusta encontrar cosas para poder divertirse.

La conciencia mental desaparece cuando estamos durmiendo sin sueños, así que obviamente no es eterna ni imperecedera.

Ciertas personas dicen que podemos llevar nuestra conciencia mental a la futura vida, pero ellos se confunden con el verdadero yo, ellos piensan que este yo que tiene conocimiento de uno mismo, existe para siempre, pero en realidad, no es así.

Obviamente estos registros, que quedan dentro de la esencia de Buda de cada persona son únicos, son diferentes e irrepetibles en cada persona, ya que no existen dos personas que sean exactamente iguales o hayan tenido la misma experiencia.

Recuerden que incluso los gemelos, aunque tienen el cuerpo casi idéntico físicamente, no tienen la misma personalidad.

Por ejemplo: el cerebro del poeta Chino Li Bai que a los diez años ya podía escribir una muy bonita poesía, o el gran compositor europeo Beethoven que dio un concierto de música en Cologne, Alemania con tan sólo ocho años.

Ellos pueden mostrar de una manera tan brillante este tipo de semilla, ya que este talento ha sido registrado en su esencia búdica, como resultado de las acciones que han realizado en sus vidas pasadas.

Sin embargo, la esencia de Buda no tiene una forma. ¿Cómo la podemos encontrar?

Con los ojos, seguro no es posible, ya que estos son incapaces de ver por ejemplo a los microorganismos porque son muy pequeños, y tampoco pueden ver las distintas galaxias porque están muy lejos.

En el primer caso debemos usar un microscopio y en el segundo un telescopio.

De igual manera, para ver a la esencia de Buda, necesitamos un instrumento especial que se llama ojo de la sabiduría.

¿Cómo podemos abrir y utilizar nuestro ojo de sabiduría?

Todos nosotros, cada día tendríamos que tratar con bondad y respeto a los demás, desarrollar nuestra tolerancia y nuestra compasión, respetar las tres joyas (Buda, Dharma y Shanga) y tener fé en la enseñanza de Buda. Si usted es capaz de hacer esto regularmente, su ojo de sabiduría se abrirá de acuerdo a la relación de causa y condición, entonces, usted será capaz de ver y comprender la verdadera enseñanza de Buda.

Este mago invisible está dentro de usted.

Usted podría preguntarse:

¿Por qué necesitamos descubrir este mago invisible?

¿Ser un niño obediente no es suficiente en la vida?

Ser un niño obediente, efectivamente, está muy bien, tiene muchas semillas buenas registradas en su esencia búdica, pero todavía sigue ligado al ciclo interminable de nacimiento y muerte (Samsara, la Ley del Karma).

Imagine que usted está atrapado en una gran rueda incontrolable y a esta rueda no la podemos parar y hace que nos crucemos con muchas circunstancias diferentes.

Puede ser una persona virtuosa durante toda su vida, pero podemos preguntar ¿Es capaz de ser una persona virtuosa de continuamente a través de un millón de vidas en circunstancias diferentes?

Quizás, debido a una mala influencia o un pequeño error, usted tiene que vivir una consecuencia dolorosa y quizás esta consecuencia dolorosa la tiene que vivir por mucho tiempo.

Con este ejemplo que damos ¿Cree usted que es tan fácil mantener la virtud a través de millones de vidas y ser un niño bueno?

Esta gran rueda continúa girando sin cesar de manera constante. Debido a la visión errónea, la conciencia mental y manas creen ser nuestro verdadero yo, el cual es eterno.

¿Usted piensa que alguien por ser muy virtuoso, puede parar la poderosa fuerza kármica?

Dicha fuerza, es el motor de esta gran rueda kármica.

Hay que buscar la esencia de Buda porque él es el único corazón que existe para siempre y sin cambiar.

Al aprender la verdadera enseñanza de Buda, uno puede cambiar los karmas que están registrados dentro de la esencia de Buda, y así puede limpiar, poco a poco, al manas de los futuros malos efectos, que se producirán debido a las malas acciones cometidas en vidas pasadas.

Al cambiar los malos karmas por los buenos dentro de la esencia de Buda, al poder ver la fuerza de nuestro deseo (voto) y nuestra idea pura, la rueda ya empieza a funcionar de la manera correcta y será bajo nuestro control. Una vez que hayamos hecho esto ya podremos avanzar hacia el camino de Buda.

Cada persona tiene la potencialidad de llegar a ser un Buda, precisamente cada ser humano puede llegar a ser Buda. Somos todos iguales y tenemos la oportunidad de alcanzar el nivel de Buda y cuando llegamos a ser un Buda es como Buda Sakyamunni, Amitabha Buda y otros Budas.

Quiere decir que hemos ganado una sabiduría omnipresente.

Al ser un Buda ya tenemos derecho a elegir en qué forma y donde reencarnar, podemos enseñar en todos lados (omnipresencia) y liberar a todos los seres sensibles del ciclo de reencarnaciones infinitas (samsara).

Un Buda es omnipresente, por lo cual, valga la redundancia, es consciente de todo este universo, incluso del planeta en el que estamos viviendo ahora y también sabe todo lo que hemos hecho en nuestras inconmensurables vidas anteriores.

Es como buscar un archivo dentro de nuestra computadora. El Buda consulta lo que se ha registrado en la esencia de Buda, y como tiene la sabiduría necesaria, puede acceder a dicha información.

Se deben cultivar los méritos y la sabiduría necesaria para poder llegar a ser un Buda completo y así poder ayudar a los innumerables seres, para que puedan avanzar en el camino del Buda.

Si usted puede desarrollar la enseñanza de Buda y aprender todo sobre las ocho conciencias durante todas sus vidas, será capaz de reemplazar poco a poco los malos méritos como la codicia, egoísmo, arrogancia, la aversión, por semillas sanas y acciones puras.

Si continúa desarrollando las enseñanzas de Buda y al seguir el noble camino del Bodhisattva, al final usted llegará al nivel de Buda.

Cuando usted llega a ser un Buda, será capaz de ayudar a una innumerable cantidad de personas a liberarse del sufrimiento ocasionado por, el nacimiento, la enfermedad, el envejecimiento y la muerte.

Podrá realmente enseñar y lograr que ellos obtengan sabiduría sin fin, que los llevará a la verdadera liberación y a una felicidad suprema.

¿Usted sería capaz de hacer todo eso algún día?

Si realmente quiere llegar a ser un Buda, usted puede hacer este voto todos los días:

“Que pueda yo alcanzar el camino del Buda, y con mi sincero deseo (voto), profundizar mi entendimiento de la enseñanza de Buda y aprender todo lo necesario sobre su esencia.

Que pueda yo cultivar los infinitos méritos y la sabiduría necesaria para convertirme en un Buda y de ésta manera poder ayudar a todos los seres sensible a liberarse de la reencarnación sin fin”.